The Normal Heart [2014] – ★★★★

Latimos al ritmo de un mismo corazón

Algo está sucediendo en la televisión que es difícil de explicar, parece que ahora tenemos en Estados Unidos telefilmes de una calidad tan extraordinaria que uno no entiende porque no son estrenadas en salas comerciales porque arrasarían en premios y nominaciones . El año pasado sucedió con “Behind the Candelabra”, ojo que esta si fue estrenada en salas comerciales en Inglaterra, y este año sucede con otra producción de un exquisito gusto, valor narrativo y portentísimas e inspiradas interpretaciones por parte de su reparto. Un grandísimo placer cinematográfico en formato televisivo llamado “The Normal heart” (The normal Heart, Ryan Murphy, 2014).


La película cuenta la historia del arranque de la enfermedad llamada SIDA proveniente de la infección del virus VIH que arrasó con fuerza en los comienzos de los 80 ante el desconocimiento general de las autoridades sanitarias, políticas y la opinión pública y que parecía solo afectar a la comunidad homosexual sin que nadie supiese cómo se contagiaban o qué hacer ante una epidemia denominada como el “cáncer gay”.


Para desarrollar la historia se basa en las experiencias de Larry Kramer (guionista de la cinta y de la obra ganadora del premio Tony) y cómo se trata de agitar los árboles gubernamentales esperando que caiga algo de ayuda, respuestas, soluciones, investigación… mientras la plaga se extendía, la gente continuaba muriendo y el tema gay se encerraba más en un tabú apabullante.


Todo eso está tratado con mucho tacto, acierto, el tono preciso y un gran sentido del ritmo por Ryan Murphy director televisivo y creador de series como Glee, Nip/Tuck o American Horror Story que no ha sabido traspasar su talento al ámbito cinematográfico dando dos películas tan irregulares y fallidas como “Come, Reza, Ama” y “Recortes de mi vida”. Aquí controla bien los elementos y sabe restar el ámbito teatral del que proviene la cinta otorgando dinamismo y dejando a los actores hacer lo que mejor saben: interpretar.

Y es que lo más fascinante de la película son las maravillosas interpretaciones que se convertirán en un imán de premios importantes. El protagonista es Mark Ruffalo, que otorga una impecable mirada, solidez, fuerza, ternura y emotividad en la que es sin problemas su mejor y más creíble interpretación hasta la fecha. Julia Roberts ejerce de doctora/investigadora afectada por lo acontecido y nos hace pensar que está en la buena dirección de proyectos tras su magistral interpretación en “Agosto”. El otro en acción dentro del trío protagonista es Matt Bomer de la serie White collar que se lleva el papel más agradecido de cara al gro público con transformación física incluida. Los tres están sublimes, es posible que por las características del papel Bomer sea el que roba la función, pero obviar a cualquiera de ellos en cualquier reseña sería no ser justo.

Junto a ellos una gama de secundarios televisivos rodea la función como Jim Parsons haciendo de Jim Parsons o un Taylor Kistch difícil de identificar por su diferente estilo capilar. No existe una simple nota discordante en el reparto.


Tan solo tuve dos pequeños problemas con la cinta que me hacen rebajarla de sobresaliente a notable. El primero de ellos son ciertos trucos que se permiten para hacerte querer más a los protagonistas y ver las adversidades que están sufriendo y la marginación. La escena del piloto del avión y sobre todo de la televisión y el técnico de reparaciones es muy tramposa haciendo ver como malo a una persona que no lo es. Estamos hablando de una enfermedad muy contagiosa que no se sabía cómo se transmitía y que mataba a personas en un breve periodo de tiempo otorgando además esas marcas violáceas que hacía que los infectados fueran fácilmente identificables. 


Ahora es muy fácil, a toro pasado y conociendo cómo se transmite el virus, es muy sencillo criticar a las personas que no querían estar alrededor de los infectados, pero hay que saber ver la perspectiva y atinar con la cámara y la historia para no juzgar a gente que estaba tan perdida y desconcertada y con tanto miedo como el resto.


El otro es que al final a Murphy se le ve el plumero, la cinta juega con dos historia el objetivo sobre cómo sucedió la lucha política y el drama humano y romántico de la historia que ejemplifica y humaniza toda esa historia y nos hace emocionarnos. El balance es realmente grandioso durante casi toda la cinta pero al final se pierde la mano en una orgía melodramática que funciona muy bien pero que hace que se olviden de otras historias paralelas que no tienen los flecos cortados como la historia de Julia Roberts que nunca sabemos realmente que sucedió.


Aún así el resultado es muy notable y estamos hablando de una de las mejores películas del año, muy recomendable, muy bien realizado, con interpretaciones brillante y que merece el visionado inmediato. Un pedazo de historia reciente bien narrado y ejecutado, con sorpresas gratificantes tras la cámara (esa escena en el estudio televisivo utilizando filtros y grafismos ochentenos) y delante de ella que se verán reflejadas en numerosas nominaciones a premios. Apuntad mis palabras.


Valoración: 8/10


Lo mejor: Interpretaciones y el tono y ritmo


Lo peor:
 El descuido a los secundarios y tramas paralelas en el tercio final.