Z de Zombie, como nos quedamos todos
“Lo mejor de una película de zombies suelen ser sus primeros minutos”
Alguien me dijo eso cuando vi “El Amanecer de los muertos” y alguien me lo dijo ayer tras ver “Guerra Mundial Z” (World War Z, 2013). Estamos de acuerdo, pero una cosa es eso y otra es que el arranque sea lo único destacable de toda una (carísima) producción. Aún así Guerra Mundial Z consigue mantener un ritmo constante como cinta de acción (nunca traspasa el género hacia el terror o el gore) pero falla en aportar cualquier atisbo de originalidad y sobre todo de voz e identidad propia
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Y es un gran handicap porque recientemente hemos visto zombies en muchas y muy variadas formas (y formatos) y cada cual trataba de buscar algo nuevo qué decir a las míticas películas de Geroge A. Romero, ya sea con el humor (Zombies Party), el terror puro aliviado con chasquería (Rec), la reinvención del cine clásico (El amanecer de los muertos) o el desarrollo de personajes en un ambiente de supervivencia (The Walking Dead). Hay muchas más, mejores o peores y todas tratan de decir algo más (Warm Bodies, Dead Set, In the flesh)…
Por eso con tantos y variados ejemplos hay una pregunta
¿Es necesario hacer “Guerra Mundial Z”? ¿Dice algo (cinematográficamente hablando) más de lo ya dicho?
La respuesta es un claro y rotundo NO.
“Guerra Mundial Z” es la misma película que ya hemos vista una y otra vez y todos sus apuntes de ideas ya han sido vistos y tratados antes y de mejor manera.
No he leído la novela original (que muchos me han calificado de genialidad), pero en la película todo se centra en un personaje muy importante que busca la clave para paliar la pandemia y que se va moviendo con bastante fortuna mientras huye de hordas de zombies. Y llega un punto en la película en la que sabes que realmente a Brad Pitt no le va a suceder nada y te vas tomando la sucesión de escenas con verdadera indiferencia.
Y eso sucede porque la cinta cae en el grandísimo error de no perfilar ni uno solo de los personajes. ¡No existen! No hay nada que distinga a unos de los otros, no tienen motivaciones, ni personalidad, ni carisma… es sólo bulto que huye de más bulto. Ya no voy a hablar de arco de personaje o algo más trascendental, pero casi hasta Roland Emmerich o Michael Bay se preocupan más por ellos que Marc Foster, y es una pena porque tenía esperanzas en este director.
Y es que Marc Foster es una persona muy solvente capaz de hacer planos verdaderamente imaginativos y frescos y saber ofrecer originalidad a la pantalla (Descubriendo Nunca Jamás, Monster’s Ball, Stay) pero desde que se ha sumergido en los grandes presupuestos ha ahogado su talento en un par de escenas y dejado el resto a la nadería más absoluta. Recuerdo un par de planos de “Quantum of Solace” con aprecio en la peor película de Bond que recuerdo, pero se ha perdido su chispa visual y mágica entre grandes súper producciones de abultado talonario. Aquí resuelve muy bien la acción (genial la escena del avión, el arranque y el ataque brutal en Jerusalem) pero cuando la cosa se calma no hay verdaderamente nada destacable ni identidad.Además falla en la escena cumbre y pretendidamente más terrorífica otorgando grandes carcajadas a la sala de cine cuando se suponía que debíamos estremecernos.
Y para colmo, una vez más y ya me he hartado hasta un punto que juro que me salgo del cine la próxima vez que lo escuche, se vuelve a recurrir al efecto sonoro de “Origen”, ¡Es agotador! ¡superadlo ya!
En resumen, me resulta curioso que para una película en la que uno de los protagonistas dice “Para sobrevivir hay que estar en movimiento” todo resulte tan rematadamente estático. Y “World War Z” puede resulta un entretenimiento convencional para aquellos que degusten el cine de acción sin complejos pero falla en cualquier otro aspecto. “Guerra Mundial Z” es algo ya visto, sabido, conocido y con muy poco nuevo que decir. Y sí, me gustó ver a los zombies agruparse como hormigas y trepar por murallas que no sé de dónde salieron, pero eso es otra historia.
Valoración 5/10
Lo mejor: El arranque
Lo peor: Otra más de corre que nos pillan