The Last of us [HBO, 2023] — ★★★★★
Episodios vistos antes de la reseña 1/9
Lo que me maravilló del videojuego “The Last of Us” no fue su temática, ni un sistema de juego novedoso o crear un género sino que tenía una historia absorbente como una de las mejores películas de Hollywood que creaban un estado de emotividad inusual para un juego de “infectados” junto a una ambientación exquisita y una banda sonora que hacía que quisieras seguir jugando sin parar, no solo por la experiencia de jugar sino por saber qué iba a suceder con esos personajes tan bien definidos y fáciles de querer.
Estoy muy contento de saber que la adaptación a la pequeña pantalla a cargo de HBO ha sabido capturar por completo todas las (increíbles, magníficas) sensaciones que tuve al jugar al videojuego.
Para el que no sepa nada, la historia se centra en un mundo postapocalíptico en que una infección de hongos ha provocado que la gran mayoría de los humanos se infecten y tengan un comportamiento similar al de los zombies. 20 años desde ese brote conocemos a dos personajes Ellie, una adolescente por la que mucha gente parece interesada y Joel un hombre marcado por la tragedia que será encomendado la tarea de transportar a la joven como “mercancía” a través de América.
Desde el arranque queda claro que HBO quiere llevar a buen puerto este proyecto. Un proyecto cuya primera temporada consistente en 9 episodios y co creada por el guionista del juego, Neil Druckmann y Crag Mazin famoso por ser el showrunner de Chernobyl y parece tener en mente una cosa: lo que funciona en el juego funcionará aquí. Desde el tempo de desarrollar la historia hasta la maravillosa banda sonora del oscarizado Gustavo Santaolalla.
El otro acierto es poner el foco en las emociones y los personajes con un casting que pocas veces para más acertado. Pedro Pascal está soberbio en el papel y su partenaire Bella Ramsay (magnífica en la muy infravalorada “El libro de Katherine”) parece haber nacido para este papel.
Todo arranca con un prólogo en 1968 que habla de la alerta de los patrones de viaje y el miedo a que existen hongos capaces de controlar el cerebro de animales, y por qué no, el cerebro humano.
Una de mis cosas favoritas en las películas apocalípticas es el caos del día D a la hora H. Ese momento de confusión en que todo estalla y nadie sabe qué hacer o dónde ir. Aquí en un segmento pausado pero tenso seguimos a Sarah, la hija de Joel, durante el día y cómo poco a poco las cosas van a más y peor: Sirenas constantes, aviones volando demasiado bajo, la tienda que quiere cerrar cuanto antes…
El visionado del prólogo es como un agua que pones a hervir a fuego lento, no pasa nada pero que sabes que inevitablemente va a llegar un punto y desbordarse por todos sitios.
Y lo hace…
Vaya si lo hace…
Todo el prólogo es una declaración de intenciones absoluta que nunca parece un videojuego aunque haya escenas calcadas (el videojuego tampoco parecía un videojuego pero esa es otra historia) y te hará preguntarte qué fue antes si la película o el juego. Es absolutamente soberbio.
Por un lado tendremos los infectados, pero la proeza de la serie es que los humanos, nuestro propio virus de crueldad y codicia es igual de terrorífico que los hongos.
Cuando hacemos otro salto al futuro en 20 años (donde ya se desarrollará la serie en ese futuro apocalíptico) lidiaremos con todos esos problemas mientras conocemos a los protagonistas.
Joel quiere reencontrarse con su hermano viajando hacia el oeste (aunque le avisen que no lo haga) y tiene una compañera de ruta en una mujer llamada Tess (Anna Torv de Fringe) y la sombra de las luciérnagas, una organización de la que no hablaré más porque lo que tenéis que hacer es seguir semana a semana la serie y dejaros llevar conmigo por una adaptación excelente, un diseño de producción envolvente, una banda sonora exquisita, un casting impecable y una trama que te atrapa desde el arranque y no te deja.
Para los que hemos jugado el videojuego es una delicia, pero para los que no sepan nada, que vean la serie confiados de que no se van a perder y que entran en un universo fascinante, un balance perfecto entre horror y esperanza, entre corazón y nervios. Una de las series del año. Así se empieza una serie de televisión.